Sheila Tamayo Villahoz
Master Terapia Sexual y de Pareja

La violencia de género es una realidad que tiene lugar en la sociedad de hoy, una sociedad PATRIARCAL, en la que perpetúa la superioridad de los hombres sobre las mujeres y en la que se asignan a las personas, roles y atributos en función de su género.  La violencia se ha convertido en un instrumento de DOMINACIÓN y de CONTROL. Los hombres maltratadores han aprendido, a través de este proceso de socialización patriarcal, que la violencia es el mejor método para alcanzar el control y dominar a la mujer.

Maltrato vs Violencia de género

El maltrato es cualquier acción, omisión o trato negligente que vulnere los derechos fundamentales de la persona y comprometa la satisfacción de sus necesidades básicas, impidiendo así, su desarrollo. Incluye malos tratos físicos, psíquicos y sexuales hacia menores, personas mayores o personas dependientes. Mientras que la violencia de género es todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que puede tener como resultado un  sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad. La violencia de género se produce como consecuencia de la relación desigual entre Hombre y Mujer y la existencia de la cultura de la violencia como medio para resolver los problemas.

Violencia es Control

Se asume que si con las estrategias psicológicas se alcanzara el control, no sería necesario usar estrategias físicas. Las tipologías de los hombres violentos las podemos englobar en dos perfiles;

 

El Ciclo de la Violencia

La psicóloga estadounidense Leonor Walker, a través de su trabajo con mujeres que habían sufrido violencia de género logró identificar un ciclo que se repite periódicamente y  trató de explicar la razón por la cual estas mujeres quedan atrapadas en dicha relación. Las víctimas no son agredidas todo el tiempo ni de la misma forma, sino que existen 3 fases con una duración variada. Cada vez que el ciclo da una vuelta, la violencia se va consolidando, la fase de reconciliación tiende a desaparecer y las agresiones se hacen más frecuentes y sus consecuencias más graves.

  1. Fase de aumento de la tensión. En esta fase se va creando un clima de temor e inseguridad en la mujer, el hombre violento expresa hostilidad, pero no en forma explosiva. La mujer intenta calmar, complacer y no hacer aquello que le pueda molestar a la pareja, negando y racionalizando lo ocurrido.
  2. Fase de explosión. En esta fase estalla la violencia psíquica, física y/o sexual. Existe un gran nivel de destructividad por parte del hombre hacia la mujer. Es aquí cuando la mujer suele denunciar los malos tratos y en la que puede decidirse a contar lo que está pasando.
  3. Fase de ¨luna de miel¨. El comportamiento del hombre es extremadamente cariñoso y amable; muestra arrepentimiento, pide perdón y hace promesas de cambio. La mujer observa los aspectos positivos de su pareja, fomentando la esperanza de cambio. Es en este momento cuando la mujer abandona cualquier iniciativa que haya tomado para poner límite a la situación que vive. Pero esta fase con va acortando y con el tiempo puede llegar a desaparecer.

Esta teoría nos ayuda a explicar por qué muchas mujeres aguantan la violencia durante años. La violencia no es constante en la relación y frecuentemente va acompañada por actitudes de arrepentimiento y cariño que provocan una ambivalencia afectiva y un estado de confusión y distorsión de la realidad, percibiéndose como la responsable del bienestar emocional de su pareja. Las mujeres asumen que la violencia no volverá a repetirse (atribuyen la violencia a causas inestables), sobre todo si atribuyen la causa de violencia a ellas mismas. Un 73% piensa que su marido cambiará y se reformará.

El maltrato tiene importantes repercusiones en la salud emocional y física de las víctimas, las secuelas suelen persistir una vez que la relación de maltrato ha finalizado. Así la mujer que ha sufrido maltrato suele presentar síntomas emocionales como ansiedad, depresión, ideación suicida, trastorno de estrés postraumático, consumo y abuso de sustancias, entre otras.

Tras leer este artículo, muchas preguntas que nos vienen a la mente como ¿Por qué la mujer no deja a su agresor? o ¿Por qué no denuncia? pueden ser respondidas desde otra óptica, o por lo menos con una mayor información.

Cifras

En España han muerto 10 mujeres víctimas de violencia de género en lo que va de año (13/5/2018). Más de la mitad de las víctimas y de los agresores se sitúan entre los 30 y 50 años.

En 2017 se registraron 29.008 denuncias por violencia de género, aumentando en un 2,6% con respecto al año anterior. Teniendo un incremento significativo entre las mujeres menores de 18 años. Entre las comunidades en la que se registró un mayor aumento se encuentran Melilla, Comunidad de Madrid y Cataluña. Los más denunciados son las exparejas de hecho (23.7%) y los hechos más denunciados son lesiones, torturas y delitos contra la integridad moral y amenazas.

Libros;
  • Navarro Góngora, José. Manual de Peritaje sobre malos tratos psicológicos. Valladolid. Junta de Castilla y León, 2011.
  • Navarro Góngora, José. Violencia en las relaciones íntimas. Un enfoque clínico. Barcelona: Ed. Heder, 2015.
  • Gálvez Montes, Carmen. Violencia de Género: Terrorismo en casa. Jaén: Ed. Formación Alcalá, 2013.
Páginas web;